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martes, 26 de mayo de 2015

ALGUNOS SABEN QUE HACER. OTROS NO TANTO.

En esta nueva sesión nos correspondía comenzar y avanzar lo más posible en la decoración de la máscara anteriormente creada, ¿recuerdan la sesión anterior, con mucho calor y yeso fresco en el rostro? Si, esa misma mascara hay que decorar ahora. El problema que tuve con esto no era el hecho de tener que decorarla, pues la profe tenia materiales, yo también los tenia o me podía conseguir lo que quisiera, si no que el problema se produce antes, en el momento de tener que pensar en que vas a hacer con tu mascara, pues tiene que ser algo que te represente con un fundamento detrás, y además otro problema que se me suma es el hecho de que no soy muy buena con el dibujo o como yo le digo ‘pasar lo que está en la mente a la realidad’, pues generalmente nada queda como yo lo pienso.
Para resolver esto, comencé a pensar con días de anticipación lo que podía hacer y que quedara bien en la máscara, comencé a tirar ideas al azar, originalmente lo único que tenía claro era que quería la boca morada, por el simple hecho de que me gusta ese color y además creo que se ve muy bien. Nada mas surgía de mi escurridiza mente hasta que dije quiero ponerle pestañas y no abriré los ojos. El siguiente problema que me vino fue el de con que colores combinar el morado de la boca, porque quería pintar la mitad de la cara de un color y la otra mitad de uno distinto, esta idea fue desechada rápidamente siendo sustituida por una enredadera, la cual quería que saliera y avanzara por un lado de mi rostro mezclándose con una ceja y llegando al otro extremo.


Listo, ya tenía lo que quería en mi mascara, pero luego llegó a mí el hecho de que no tenia fondo, no podía dejar la máscara blanca con unas ramitas negras sobre eso nada más. Asique hice un bosquejo de lo que tenía en mente y lo mire y mi cabeza se alumbró, podía hacer un paisaje en el fondo ya que la enredadera me recordaba a esas pinturas japonesas donde siempre hay un árbol y un rio y cerros detrás, así que eso hice.

Gracias a todo este proceso mental por el que tuve que pasar, cuando llegué a la clase ya tenía mis materiales y mi idea lista. Lo cual no sirvió mucho pues en esa clase me dediqué a reforzar el yeso con pasta de muro para que no tuviera problemas más adelante. Igual una vez en mi casa comencé con la decoración y pintura y quedó mejor de lo que pensaba :D

Desgraciados los hombres que tienen todas las ideas claras ~Louis Pasteur~

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